martes, 22 de abril de 2008

Efecto ja-ja-ja

Sábado de fiesta yeee....fiesta, fiesta, yo quiero más fiesta quiero divertirme y olvidarlo todo jeje.

Aún a mi edad espero divertirme, tomar mucho; flirtear con algún incauto; y si se da la ocasión pasar por agarrelandia.

Y bueno, sé lo que valgo, sé lo que tengo y sé lo que busco. Tampoco le hago caso al primer baboso que se me cruce, menos que sea de mi edad, menos que sea chato, menos que no tenga profesión, menos que sea bruto, menos que no sepa hablar, menos que tenga las uñas largas, menos que.....ah!!!! a menos que esté ebria, pasadaza y media dura como la ultima vez.

Momento, tampoco soy una pastrulita, lo de la ultima vez pasó porque toda la semana la pasé mal con los pocos galanes que me quedaban, la c*gué con algunos y otros la recontra cagar*n conmigo; pucha, me sentía malazo por todo, pero aún así quería salir para despejar la mente y bueno se dio la ocasión como siempre y ya lo tenía en frente de mi, ya lo tenía en mi boca y luego ya lo tenía en mi cuerpo, pero creo que esos temas merecen un blog aparte, sigamos con el de esta ocasión.

En fin, no es que este último chico haya estado mal para mi, para nada, estaba bueno, era divertido, sólo que se escapa de mi prospecto de hombre bien. Tenía mi edad, sólo trabajaba (había dejado la universidad) era un poquito más alto que yo, y nada más, no era tan grave, sólo que lo que hice nunca antes lo había hecho.

Él: ¿Siempre vienes por aquí?
Yo: No, primera vez que vengo ¿ y tú?
Él: También primera vez, es cumple de un amigo, pero la música no me gusta mucho...
Yo: a mi tampoco...
Él: es tan alta que ni se puede conversar ¿Vamos afuera un toque?
Yo: ya, dale...

(Ya se había acercado, ya habíamos bailado harto, ya estaba en plan levante y después entendí que era "Vamos afuera para un toque")

Él: la verdad ya me quiero ir, pero mis patas siguen en juerga
Yo: jaja, pero déjalos, para eso vinieron pues. Fácil están como mis amigos...
Él: ¿También te quieres ir?
Yo: La verdad que estaba dispuesta a pasar "la juerga" de mi vida, pero creo que aquí estoy sobrando...
Él (sacando un paquetito extraño de su bolsillo): Quiero hacer algo hace rato, no sé si te incomode
Yo (con los ojos desorbitados): Noooooooo para nada, siempre y cuando pagues derecho de piso (sonrisa picarona)
Él: claro reina, me has caído de la PM, haría de todo contigo...
Yo: jaja, por el momento sólo invitame un poco
Él: uuu...por el momento, entonces hay posiblidad...
Yo: mmm...la única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos

Y me di cuenta que tras unas pitadas le dejé el camino listo para las putadas.

Yo (toda hiperactiva): quiero bailar!!!! ¿Vamos adentro?
Él: pero si quieres vamos a mi carro que está por aquí nomás. Aparte ahorita están en electrónica y la gente está pasadaza...como nosotros.
Yo: jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa jajajajajajajajjaa (¿¿Oe sonsa que te dio risa??-Poooooooota no sé, ya estaba el efecto ja-ja-ja en mi cuerpo) Oe,¿¿ O sea que estamos pasadazos??
Él: un poquito ¿Vienes conmigo? Porque si no quieres, igual te llevo...
Yo: ¿Me llevas? jajaa....naaa, voy sola si me acompañas (que tal roca!!)

Ibamos por un camino un poco oscuro y desolado, riendo, haciendo bromas, jugando, soltando frases cachondas. De pronto su brazo pasó por mis hombros, estábamos caminando y se paró frente a mi, me tomó del rostro y me dio un super beso, pasé mis manos por su cuello, luego mis brazos y el beso continuó. Ya saben que el beso es como el ascensor, todo lo que haces arriba se siente abajo, ya estábamos en esa fase, y yo no podía estar más desconectada de la realidad, me olvidé de mis amigos en la fiesta, de mi enamorado en su casa y de todos cuanto pudieran pensar en mi en ese momento.

UHHHHMMMMM.....que bien que la pasaba!! el muchacho sabía lo que hacía, y yo, más que feliz, lo dejaba recorrer los caminos marcados en mi cuerpo. De tanto en tanto se frotaba contra mi pecho, contra mi pelvis, pasó sus manos por todo mi cuerpo, me acariciaba las piernas hasta que me tomó de las nalgas y me levantó, yo le hice el abrazo de cuatro patas, por ahí había una escalera que él subió sin mucha dificultad llevándome a cuestas, luego me apoyó contra la pared, el beso continuaba cada vez más salvaje (así como me gusta)...

Nunca llegamos a su carro, todo lo que tenía que pasar, sucedió ahí. Les doy permiso para que especulen, ya que no "llegué" al final de la historia, queda para ustedes elegir entre estas opciones:
a) Lo hice ahí en plena calle.
b) No pudo entrar porque no estaba lista.
c) Vino mi amiga y me sacó el trance.
d) La conciencia volvió a mi y lo dejé ahí listo y alborotado.

En el momento del trance le di mi numero oficial ( no el bamba, como simpre hago) ahora me llama, me timbra y me manda mensajes en la madrugada...¿Cómo sacarmelo de encima?