En la casa de Cuarenta

La vez pasada, Cuarenta y yo hablábamos "de amistades...y más" y nos matábamos de risa con todo lo que nos había pasado, de ahí me dio pie para el último post. Cada rato libre que tiene, se da un saltito y pasa a saludarme, como quien no quiere la cosa llega con su: "Hola reina" y yo lo miro con mis ojos de huevo frito, con mi sonrisa pendenciera, como quien no quiere pero está servida; él me mira con ojos de náufrago que tiene servido un banquete, pues sí...así estoy hasta ahora con Cuarenta , comunicándonos mediante miradas.

No sé si mi pregunta fue incómoda pero igual se la quería hacer: ¿Por qué no te casaste? le dije y me perdí en una mirada profunda, me dijo: "A veces no coincidimos con la persona que queremos, las cosas no siempre salen como uno quiere. Además no creo haber encontrado a mi reina" y con ese "mi reina" me miró de pies a cabeza, él me llama así, pero me pareció que llamaba así a todas.En fin, lo dejé ahí.

La gente se ha dado cuenta que ando feliz con él, y con los demás no. Con los demás no porque me llegan los viejos, Cuarenta es medio tío, pero no viejo, además no aparenta su edad; en cambio el resto son unos viejos solterones que creen tener el mínimo de oportunidad conmigo y yo la verdad ajjjjjj con esos, me dan asco cuando se ponen gileros siendo tan viejos y feos. Ahí sí reniego y los trato mal. Hay bastante carnita para hablar de ese tema...postearé sobre algunos más adelante.

El hecho que se hayan dado cuenta que me llevo bien con unos y no con otros no me afecta, me afecta que puedan inventarme algo con Cuarenta, en la semana hemos coincidido varias veces y juro que ha sido totalmente coincidencia, yo salía y, oh sorpresa, él también. Me ha jalado varias veces en su carro y la gente me mira subir a ESE carro y no a OTROS carros...se oyen murmuraciones.

La vez pasada dos secres (la únicas casi jóvenes) me preguntaron con rostro picarón y envidiosón: "Que tal 'es' Cuarenta" y yo me quedé pasmada ese "es" era como si me preguntaran que tal "es" en la cama o que tal lo hacía, no sé, se me formó esa idea. Sólo atiné a reírme y a decirles : "¿Qué, no lo conocen? ¿Por qué me preguntan por "cómo es" si todos ya sabemos cómo es?" Les callé la boca y se quitaron murmurando algo, no sé qué en realidad, pero eso fue un indicio de que mi Lolística fantasía con Cuarenta debe terminar, si no ella terminará conmigo.

Me da penaque esto acabe, ya no hacerle caso y empezar a tratarlo mal (porque eso hago con los chicos que me empiezan a gustar, tratarlos mal) porque todo iba bien aparentemente, pero es jugarme a que sigan murmurando e inventando algo sobre mi y eso sí jamás...ya dije que Doña A perdona el pecado pero no el escándalo.

La última vez que me subi a su carro (juro que fue casualidad) me dijo que se iba para Surco y que iba a pasar por donde yo estudio, pero primero debía recoger unas cosas en su casa, que si quería lo esperara que no se demoraba mucho o que si estaba muy apurada me dejaba en el paradero nomás, le dije: " ¿Me vas a dejar en el paradero?" me dijo: "Depende de ti, si estás muy apurada...tú sabes que no me gustaría dejarte ahí" yo, insistente : "Me vas a dejar en el paradero?" y con su sonrisa casi perfecta me dijo: "Jamás te dejaría ir" feliz y sonriente, seguí su camino y me llevó hasta su casa. Yo seguí, ahora temerosa y confusa, en realidad no tenía clases, ni final ni nada, eso de ir "a estudiar" fue una excusa para salir más temprano e ir a recuperar sueño a mi casa...no pensé llegar a la casa de Cuarenta.

Estacionó el carro y me preguntó si quería pasar,le pregunté quienes estaban ahí y me dijo que de repente la señora de limpieza si es que no había terminado ya, olvidaba que vivía solo, y pasé.

Entramos y no había nadie felizmente, halagué su buen gusto para la decoración. De pronto escuché ladridos, entré en pánico, yo le tengo pánico a los perros grandes, me asustan, juro que me asustan, le dije : "¿Tienes perro?" y me dijo: "Ah si, dos" yo (blanca y a punto de desfallecer): "¡¡Dos!!" en eso dos caballos salieron de su patio ladrando y haciendo eco en toda la casa, yo muerta de miedo sólo atiné a quedarme parada para que no me hagan nada y le dije que los sacara que me daban miedo y él con la típica: "Pero no hacen nada" y yo: "¡¡¡Sí!!!...¡¡Me asustan!!" los sacó, me vio acongojoda (les juro que le tengo pánico a los perros grandes, me dan miedooooo, si con las justas puedo ver la foto de Digler jeje) me preguntó si me había asustado y yo : "No que va, me gusta hacer la finta para que me consuelen...sonso" Miró mis ojitos como los del gato con botas, me frotó los brazos con sus manos, era el primer contacto que teníamos, nunca antes nos habiamos tocado así, me abrazó, correspondí su abrazo, fue un minuto de gloria para mi, nos separamos, me miró a los ojos me tomo del cuello, tenía ganas de besarlo pero algo lo impedía. Quiero dejar esto de lado; pero no sin antes lograr mi cometido. Un hombre que me ha gustado por tanto tiempo no puede irse así nomás de mi vida ¿no?...me separé, entendió el mensaje, dijo que subía por sus papeles y bajaba al toque, me preguntó a que hora empezaba clases, le dije que no tenía clases, que eso fue una vil mentira para escaparme de allá, me dijo que él tenía que llevar ese papel a las 7 a otro lado... y recién era el mediodía.

Recuperándome del mal momento, lo esperé en la primera planta, no me atrevía a subir a su cuarto, creo que con entrar a su casa fue suficiente. En eso una voz desde arriba me dijo: "Puedes subir un ratito?...Quiero que me ayudes con algo" yo: "Bájalo y aquí te ayudo" él: "No puedo bajarlo es que está 'arriba' " Mmmm...entendí el mensaje ¿Subir o no subir? ¿"Ayudarlo" o "No ayudarlo"?...tanto tiempo esperando por una oportunidad así y ¿Habría de perderla?

Continuará...